La naranja mecánica es una novela escrita en 1962 por
Anthony Burgess que luego fue adaptada en el cine en 1971 por Stanley Kubrick.
La misma narra la historia de Alex DeLarge y sus drugos (secuaces, compañeros) llamado
Pete, George y Dim, quienes tienen como principal interés la música clásica y
la ultra violencia.
Ambientada en
Inglaterra, se focaliza en la vida de estos jóvenes quienes adoran practicar la
violencia. El argumento comienza cuando estos deciden atacar a un escritor que
vive junto a su esposa en una casa fuera de la ciudad donde el mismo es
agredido físicamente y es obligado a presenciar la violación de su esposa.
Luego, Alex decide realizar la propuesta de uno de sus drugos y asaltar la casa
de una mujer donde entra solo. Dicha mujer se resiste a los ataques de Alex y
se entabla una fuerte pelea que termina con el asesinato de la misma cuando
Alex la golpea con una estatua. Una vez fuera de la casa Alex es atacado por
sus propios compañeros en forma de venganza ya que no toleraban el liderazgo de
la banda por parte de Alex y allí es arrestado por la policía.
Una vez en prisión, Alex decide someterse a un
tratamiento que lo ayudaría a mejorar su conducta y así podría re-insertarse en
la sociedad. Dicho tratamiento consistía en hacerle ver al paciente una serie
de películas/imágenes violentas sobre guerras, violaciones, etc. y suministrarle
medicamentos que como efecto poseía la repulsión, las nauseas, haciendo que
este asocie la violencia con algo asqueroso, malo. Finalmente, una vez que se
encuentra “rehabilitado” Alex comienza a vivir una realidad muy diferente. Es
rechazado por sus padres, quienes tendrán a otro adolescente viviendo en su
casa como un reemplazo y no le permitirán a Alex volver. Caminando por la calle
se encuentra con una de sus antiguas victimas a quien le pide ayuda, pero este
al reconocerlo llama a sus compañeros y comienzan a pegarle, siendo Alex
incapaz de defenderse debido al tratamiento. Allí, dos policías intervienen y
estos resultan ser sus antiguos drugos George y Dim quienes luego intentan
asesinarlo: “…disfrutaban tanto como nuestro protagonista de los ataques
perpetrados en su juventud, acaban por convertirse en policías, pasando a ser
aquello que odiaban y desafiaban. De ese modo, pueden desarrollar de forma lícita
la violencia contra otros, que queda justificada como modo de contener otras
formas se encierra detrás de ella. De esta manera podemos encontrar similitudes
en cuanto a la pérdida de valores, el respeto a los adultos, el declive de la
educación recibida en el seno del hogar
y en la escuela o las formas de entretenimiento.”
Sería importante también analizar la siguiente
pregunta: “¿se puede responsabilizar completamente a estos jóvenes de su actitud? ¿No existe una cierta
responsabilidad social en la educación que reciben?” Ya que nosotros somos
producto de quienes nos rodeamos, de cómo nos educamos y de los sucesos que nos
ocurren en la vida. Es por eso que esta película
es un claro ejemplo ya que el protagonista, no es violento porque si, sino, que
lo ha aprendido de quienes se rodea; además es un ejemplo de los temas hablados
últimamente en clase relacionados a la cuestión criminal. Se encierra a una
persona y se la somete a un tratamiento para luego insertarlo nuevamente en la
sociedad “rehabilitado” pero esta sociedad continua siendo violenta y como
consecuencia el protagonista no tiene como defenderse de los ataques que recibe
y será eternamente condenado, mientras que sus antiguos compañeros permanecen
con el honor de servir al estado.