lunes, 13 de abril de 2015

NUESTRA MEMORIA

La semana pasada alojé en casa a una pareja francesa amiga y fuimos juntos a una de las visitas guiadas que se realizan en la ESMA. En la Escuela de Mecánica de la Armada funcionó en la última dictadura militar (1976-1983) uno de los más de 600 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. Pero con una particularidad, fue el más grande de ellos. Se calcula que pasaron unos 5.000 detenidos de los que unos pocos fueron liberados con vida.

Hoy este enorme predio que pertenecía a la Armada alberga una gran cantidad de propuestas que intentan conservar la memoria de lo que sucedió allí: visitas guiadas y un museo en el edificio utilizado como centro clandestino y en el resto hay varios centros culturales, archivos y oficinas de diversos organismos de Derechos Humanos.

http://www.espaciomemoria.ar/index.php





Más que contarles la experiencia conmocionante que es visitar un lugar habitado por tanta muerte, quería hacer una pequeña reflexión sobre la memoria y la distancia. En algunos viajes que hice pude visitar algunos espacios para la memoria muy importantes: el museo de la bomba atómica en Hiroshima, el museo del Holocausto en Jerusalem y el museo del Gulag en Rusia. Todos los casos son muy distintos pero guardan cierta similitud. Son intentos de mantener viva una memoria que no permita que cosas como estas vuelvan a suceder, permiten reflexionar sobre nuestra sociedad de una manera que los libros no pueden alcanzar.

Mi reflexión apunta a lo difícil que es para cualquier sociedad trabajar sobre la propia memoria. Es realmente más "fácil" visitar los museos de otros, pero enfrentarse a las preguntas por lo que hicimos nosotros es un trabajo más duro. Este lugar queda en Av. Libertador y Gral. Paz y pasan por allí miles de personas diariamente, pero muy pocas de ellas entran a visitarlo.




Un último dato, el juicio por los crímenes que se cometieron allí se está realizando ahora y es conocido como Megacausa ESMA porque involucra a 63 imputados y 789 víctimas, es uno de los juicios por delitos de lesa humanidad más grandes de la historia mundial, pero son pocos los que lo saben.

¿Es la memoria propia la más difícil de enfrentar?

3 comentarios:

  1. En respuesta a la última pregunta Diego, yo creo que la memoria propia es la más difícil de enfrentar, ya que, con otras uno puede pensar y justificar el genocidio diciendo "su cultura es diferente a la nuestra" o, simplemente "tenían una rivalidad intensa entre ambas sociedades". Pero con el hecho aquí, ninguna de estas es cierta, por eso ,al ser argentino, creo que es más fácil enfrentar el Holocausto que la última dictadura (a menos que ese argentino sea judío). Esto mismo ocurriría si una persona es argentina con ascendencia turca, dependerá de él decir cual es más difícil, la última dictadura, o el exterminio armenio por parte turca.

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  3. Muy interesante tu nota Diego, a mí me parece que para intentar de explicar una memoria propia habría que mirarla desde un punto de vista generalizado, lo que quiero decir con esto es que para todo genocidio que hay que recordar, tendríamos que dejar de lado nuestra nacionalidad y habría que pensarlo desde todos los puntos de vista, hasta en el caso de la dictadura, en este mismo tendríamos que ampliar nuestras ideas y ``mirarlo desde afuera’’ e intentar no sentirnos identificados con el mismo suceso.

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